Analizamos la ciberviolencia machista: nuevas formas de violencia, señales y uso de las TIC en materia de prevención.

Hoy, día 25 de noviembre, es el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.

España ha perdido desde 2003, año en el que se iniciaron los registros oficiales de violencia de género, 1.074 vidas por asesinatos machistas. Hoy recordamos a todos las víctimas que han perdido su vida a causa de la violencia machista.

No obstante, no podemos olvidar que estos datos son solo la punta del iceberg. En España hay 63.944 casos activos de mujeres maltratadas. 

La violencia machista puede tener diferentes formas de expresión, y por eso es imprescindible dar información a la ciudadanía para poder así trabajar la prevención desde las señales.

DESDE WICO, QUEREMOS CONTRIBUIR APORTANDO INFORMACIÓN SOBRE LO QUE A NOSOTROS NOS RESPECTA: EL ÁMBITO DE LAS TELECOMUNICACIONES Y LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS.

El alcance tan amplio de internet y el uso generalizado de las redes sociales ha dado lugar a un aumento en los casos de ciber violencia contra mujeres y niñas. Según una investigación del colectivo Donestech, un 98,9% de las mujeres con presencia pública en Internet ha sufrido al menos un tipo de violencia online.

Desde WICO, tenemos el compromiso en este día de hacer una labor divulgativa del análisis de las formas de violencia de género asociadas a las nuevas tecnologías, la manera de identificarlas y ponerles freno. Y, por otro lado, descubrir cómo podemos utilizar las nuevas tecnologías para luchar contra la violencia de género.

Para ello, hemos hablado con María López Sanz, Mai Manso Pérez y Bianca Regina Vicari, profesora y alumnas del Ciclo Formativo de Promoción de Igualdad de Género del IES Galileo Galilei (Córdoba).

 

Tal y como apuntan, la raíz de los datos de Donestech “está en nuestra realidad analógica. Son violencias hacia las mujeres que se dan en la vida real y se extrapolan a nuestra realidad virtual”.

La exposición y uso excesivo de las nuevas tecnologías ha dado lugar a nuevas formas de violencia machista. Se trata, al fin y al cabo, de la misma violencia sobre la mujer pero con nuevas formas. Existen muchas formas de ciber violencia; no obstante, destacaremos las más comunes:

  • El ciberacoso es el término más conocido, pues es el más extendido puesto que no solo se da como forma de violencia contra la mujer, sino hacia cualquier persona. Sin embargo, también es una manera de violencia machista que podemos encontrar cuando se da una agresión psicológica, sostenida y repetida en el tiempo, por una persona hacia su pareja o expareja, utilizando las nuevas tecnologías o sistemas virtuales (correo electrónico, WhatsApp, redes sociales, blogs, etc.) https://donestech.net/files/redessociales.pdf
  • El sexting es el envío de fotos o vídeos de contenido erótico o sexual propias. Es decir, el remitente es el que voluntariamente envía ese material a su pareja, o a otra persona para ligar. Y aunque en un principio es una práctica voluntaria y, por tanto, en principio no debería ser malo, también tiene su lado oscuro. Del sexting deriva el término sextorsión, que se utiliza principalmente cuando el acosador (bien sea expareja u otra persona a la que se envió esas fotos o vídeos sexuales) extorsiona a la víctima, la engaña y amenaza para conseguir el fin que él quiera: dañarla, difamar su imagen y un largo etcétera.

“En muchas separaciones entre gente joven, sobre todo, el chico como revancha, utiliza un vídeo que en su día le envió su novia y lo hace público. La repercusión social que eso puede tener para la chica puede llevarla incluso al suicidio”, tal y como explica María López. De hecho, el sexting es considerado uno de los principales motivos de suicidio de jóvenes en España.

  • El stalking es un tipo de acoso en el que las parejas ejercen un espionaje sobre sus parejas: solicitando las contraseñas, controlando con quién hablar, a quién siguen en redes sociales… Tal y como apunta Bianca Vicari, lo peor de todo es que muchas veces se ve hasta normal. Llegando a pensar, incluso, que si tu pareja no te controla el teléfono móvil, no te quiere.

Existen muy pocos datos sobre ciber violencia, lo que provoca que sea difícil identificar las señales y que no actuemos en contra de ellas. Blanca Vicari insiste en que la clave es la educación, desde los más jóvenes a los adultos: primero informando sobre todo en materia de igualdad de género: qué es la violencia machista, cuáles son las formas que existen, cómo identificarlas (en uno mismo o en terceros) y frenarlas.  Y, por otro lado, rompiendo con el sentimiento de miedo, vergüenza o, incluso, culpabilidad de las víctimas.

Por eso desde el Ciclo de Promoción de Igualdad de Género siempre se han realizado talleres y actividades con los jóvenes para educar en materia de igualdad. Sin embargo, la situación de emergencia en la que nos encontramos no permite realizar este tipo de iniciativas.

Por eso, además de hacer un uso responsable de las nuevas tecnologías, hoy más que nunca es importante emplearlas como medios para la lucha contra la violencia de género, porque es un medio rápido, eficaz y que llega a mucha gente, sobre todo a los más jóvenes. María López plantea la necesidad de hacer vídeos, videoconferencias y utilizar las redes sociales para la difusión de acciones relacionadas con esta problemática.

Además, las nuevas tecnologías nos han permitido crear redes en las que compartir experiencias. De esta forma, las víctimas de violencia de género pueden ver que no están solas, que su realidad no es un problema solo de ellas sino un problema  común de la sociedad en la que vivimos.